Por Jorge Marchisio
Si había un tráiler que nos sorprendió a todos a la hora de su estreno, era el de 65: al borde de la extinción. Y no, no era por los dinosaurios, sino por ver a Adam Driver metido en un proyecto de ciencia ficción de dudosa calidad, siendo que estamos acostumbrados a verlo en películas con potencial de Oscar. Ya vimos la cinta en el cine, así que veamos que nos pareció.

La historia es bastante simple, y es que hace 65 millones de años, otra especie estuvo en la Tierra por accidente, y es por eso mismo que los sobrevivientes deben escapar del planeta y volver a su casa.
La trama es tan simple como eso, y creo que ahí radica tanto la mayor virtud, como el peor defecto de 65: al borde de la extinción, y es su honestidad como propuesta, pero su poca ambición como proyecto cinematográfico, que aparte cuenta con uno de los mejores actores desde hace por lo menos cinco años.
Vaya uno a saber el motivo por el cual Adam Driver aceptó salir acá, pero la cosa es que, por obviedad, es lo mejor de la película. Si bien el rol (un piloto llamado Mills) no le exige prácticamente para nada, el actor lo saca bien a base de oficio. Incluso en las pocas escenas donde tiene que mostrar algo de dramatismo, se nota que profesionalismo de Driver.
Otro valor agregado radica en el cgi. No estamos ante una superproducción, por eso gusta ver que a nivel efectos especiales, 65: al borde de la extinción cumple, siendo que al menos en cine, en ningún momento vemos algún diseño, escenario o animal con aspecto barato o que se note que no es real; funcionando todo bastante bien a nivel visual.
Pero ahora toca hablar de lo malo, y es de la poca ambición que presenta la película. Y esto lo decimos porque la historia de “hombre perdido en la nada que debe proteger a alguien más indefenso” la vimos hasta el hartazgo. Incluso esta misma semana terminó una serie que se les va a venir a la mente en más de una ocasión cuando vean 65: al borde de la extinción en el cine.
En conclusión, 65: al borde de la extinción es una película ideal para pasar el rato. No aburre y cumple con lo muy poco que promete, pero al mismo tiempo, es de esas que, con el paso de los días, ya ni se van a acordar de qué trataba.
Calificación 6/10
Lo mejor: es cero pretenciosa y sabe a qué apunta y lo cumple.
Lo peor: pero al mismo tiempo es demasiado simple y no aspira nada.