Por Jorge Marchisio
Llega a nuestros cines la millonésima adaptación de la famosa obra de Alexandre Dumas, Los Tres Mosqueteros. Pero esta vez, es una producción de Francia, y con un par de caras conocidas a nivel mundial por todos los cinéfilos. Así que veamos con qué nos vamos a topar en el cine en esta ocasión.

Esta vez volvemos a repasar la historia de los mosqueteros, con Francia e Inglaterra al borde de una guerra, mientras que, dentro del propio territorio galo, hay una disputa civil entre católicos y protestantes. En el medio de todo esto se ven envueltos Athos, Aramis, Porthos y nuestro protagonista, D´Artagnan.
Si, a nivel historia no se puede innovar mucho, porque ya todo el mundo sabe a grandes rasgos, el ámbito en el que se movieron estos soldados nacidos en la literatura, y que tuvieron varios pasos tanto por el cine, como en la televisión. Y si a eso le sumamos cierta cinta que tiene a un hombre con una máscara de hierro.
Entonces, la película decide, como tantas otras adaptaciones, centrarse en D´Artagnan, pero en especial, en la historia de espionaje y complot que se tejía en esa Francia ficticia; y no tanto en el entrenamiento y ascenso del joven mosquetero. Y la verdad que esa fue la mejor decisión que podrían haber tomado.
Y esto lo digo porque si bien por momentos el ritmo baja un poco, no es nada en comparación a lo intrigante que se vuelve Los tres mosqueteros: D’Artagnan en sus dos horas de duración. Y a eso hay que sumarles un par de escenas de acción bien filmadas, donde, además, se buscó que las mismas sean planos secuencias. Bravo.
Y esto me lleva al siguiente punto, y es la producción con la que cuenta Los tres mosqueteros: D’Artagnan. Seguramente no contaron con un presupuesto exageradamente inflado como suele ocurrir con algunos tanques hollywoodenses, pero en ningún momento esto se nota. Todos los escenarios, vestuarios, peinados y accesorios de la película, nos retrotraen a la época donde se sitúa la historia. Y el grado de que todo se vea con un dejo de suciedad, le da un punto extra.
Para no extendernos demasiado; Los tres mosqueteros: D’Artagnan es una gran película. Prepárense porque se sabe que la historia fue dividida en dos, así que tengan en cuenta eso a la hora del final. Quitando eso, estamos ante una de las mejores cintas de lo que va del año.
Calificación: 8/10
Lo mejor: la producción, el manejo de la tensión, bien actuada.
Lo malo: el ritmo lagunea por momentos, y, sobre todo, que tenemos que esperar a ver como termina.