¿Se acerca el fin de Woody Allen?

Aunque en general el título debería llevar una afirmación, nadie sabe qué pasará con el gran director de cine. Su última película A Rainy Day in New York, la obra que se filmó al mismo momento en que Allen era acusado por su hijastra de haberla abusado sexualmente, ya está terminada, pero la fecha de estreno se estira indefinidamente. Según un comunicado de la productora Amazon, que publicó hoy el diario Clarín, «nunca se ha establecido una fecha de lanzamiento para la película».

La película narra la historia de la relación íntima y sexual entre una joven de 15 y un hombre de 44 años, y la acusación de la hermana de la adolescente con su abusador.

Un dato curioso es que desde el ’82, el director ha estrenado una película por año, aunque hoy puede llegar a borrar esa marca: en Estados Unidos no se estrena comercialmente su nuevo filme con los siguientes actores: Selena Gomez, Timothée Chalament, Jude Law, Elle Fanning, Rebecca Hall, Diego Luna y Liev Schreiber.

Aunque el poder judicial absolvió al cinematógrafo, las acusaciones de su hijastra Dylan Farrow siguen teniendo repercusión, y se tienen en cuenta, al parecer, socialmente, aunque el tribunal ya haya fallado.

Nicolás Katopodis

Reseña: La rebelión de los ateos, de Karen Koch

El triunvirato de sacerdotes que gobierna en la ciudad bien podría ser una representación de la edad media. Aunque no hay notables en esta obra, la casta de esta religión, con sus particulares rituales, mantiene viva esa relación de poder con el pueblo, y sobre todo los que no están a favor de sus creencias: los ateos.

Tres sacerdotes espiritistas gobiernan en triunvirato y afrontan una crisis social que no podrán detener a pesar de las infructuosas, crueles y absurdas acciones que llevarán a cabo para impedir la anunciada rebelión. Ninguno de los tres sabrá cómo evitarla sin apelar a las directivas del Gran Líder, con quien se querrán comunicar, inútilmente, a través de una güija rota. El absurdo se impone: este Gran Líder se convierte así en un oscuro y temible Godot, sobre el que se especula toda clase de características y pretensiones que hay que satisfacer, incluso la del sacrificio humano

La apariencia que difiere en los tres gobernantes no solo es el color en su apariencia, sino en el poder y los intereses de cada uno. Este camino de conflicto, a veces puede ser la única manera de avanzar.

FICHA TÉCNICA

Reparto personajes:

Sacerdote Primero: Eduardo Veliz

Sacerdote Segundo: Juan Palacios

Sacerdote Tercero: Darío Serantes

Esclava- Grecia: Lucía Sempértegui

Asmodeo: Checho Castrillón

Astarté: Jorge Landaco

Dramaturgia, puesta en escena y dirección: Karen Koch

Diseño de escenografía y vestuario: Claudia Facciolo

Diseño y puesta de luces: Julio López

Realización de escenografía: Claudia Facciolo y Hernán Nocquet

Realización de vestuario: Ángela Cruz

Fotografía: Fernando Walter

Diseño gráfico: Camila Cantero

Realización audiovisual: Sergio Grimblat

Funciones: Domingos 19hs

El Estepario Teatro. Medrano 484

Entradas: $250

Descuentos a jubilados y estudiantes

Reservas en www.alternativateatral.com.ar

Trailer https://www.youtube.com/watch?v=GWsi1KZk_mY

Reseña: El sueño de Nahuel

En su tercer temporada, en el Teatro El Cubo, los viernes, 20:30 hs, “El sueño de Nahuel”, obra de teatro con dramaturgia y dirección de Matías Exequiel Cancemi.

Historia, vista desde la inclusión, porque nos permite adentrarnos en el mundo de las capacidades diferentes, compartir el diario vivir dentro del ámbito familiar. También exalta el amor maternal, contra viento y marea, sin importar los obstáculos que se presenten.

El actor Mariano Carabajal interpreta a Nahuel, un adulto con retraso madurativo, la actriz Mariela Bonilla en el papel de Laura, la madre de Nahuel. Una mujer divorciada, viviendo para y por su hijo. El padre de Nahuel es Marcos interpretado por el actor Eduardo Pizzini y en el personaje de Paula, la terapista ocupacional, la actriz Micaela Zaikoski.

Al final de la obra Mariano, comentó en el momento de los aplausos, que la historia está basada en un hecho real, y viendo la obra, me puse a pensar cuantas historias serán iguales a la narrada.

Las actuaciones del elenco son excelentes, cada uno de los personajes consustanciado con su papel, dando la mirada desde cada rol.

Tiene un cuerpo de baile, con escenas coreográficas de Soledad Noelia Ravazzoli, que artísticamente profundizan en la idea desde otra forma de expresión: la danza.

Un obra sin tapujos. El autor y director Cancemi, ha logrado un planteo tan humano del tema, que logra conmover al espectador.

En el dossier menciona la frase de Nick Vujicic, director de una organización para personas con discapacidades físicas, que dice: “El miedo es la discapacidad más grande de todas” a la cual me adhiero. Pero también es importante entender, y la obra nos hace reflexionar sobre cuán capacitados estamos o no, para acompañar individual y socialmente a los familiares que cuidan de familiares con discapacidades físicas.

Ficha técnico artístico

Dirección general y dramaturgia: Matías Exequiel Cancemi

Actúan:

Nahuel … Mariano Carabajal

Laura…….Mariela Bonilla

Marcos…..Eduardo Pizzini

Paula……Micaela Zaikoski

Patricia Marquez..Karina Otero.

Cuerpo de baile:

Rocío Alamos | Fernando Benitez Ortiz

Agustina Buzzo |Nahuel Casini Soyo

Mora Díaz |Nahuel Guzmán

Mariel Muñoz |Agustina Ojeda

Emilia Ramos |Antonio Vlasic

Candela Zubeldia

Dirección Actores: Carlos Álvarez

Coreografías: Soledad Noelia Ravazzoli

Asistente Coreografías: Nahuel Casini Soto

Compositor: Maximiliano Spoltore

Vesturario: Wilfrida Zarza

TEATRO EL CUBO

Reseña: La luna en la taza

Con puesta y dirección de Daniel Dibiase, los jueves a las 21:30 en el teatro Tadron, se encienden las luces, para presentar el conflicto de pareja, planteado por la dramaturga Beatriz Mosquera.

La obra está trasladada a un momento de la historia, donde estaban de moda, en las mujeres, hacerse la toca y usar los pantalones acampanados.

Los personajes centrales son marido y mujer, un matrimonio joven, con dos hijos, donde predomina la frustración, del marido, en el ámbito laboral, por no llegar a fin de mes. El renunciamiento a los estudios, de la esposa, en pos de tener los hijos y en el profundo sentimiento de fracaso, en el matrimonio.

Este sinceramiento, se da en un día muy especial, en el festejo de aniversario de casados, donde los invitados al festejo, echan a la situación, más leña al fuego, en lugar, de paños de agua fría.

No seguiremos contando más, porque lo importante de la obra, son los diálogos, en boca de los personajes. Excelente la actuación de la actriz: Silvana Seewald, en el papel de esposa resentida, junto al actor Cristian Thorsen, ese marido, mutante entre sentimientos culposos a tomar la actitud de la defensiva, donde la queja del personaje, es que su generación hizo las cosas a destiempo. La actriz Rosario Garcia Coni y el actor Ramiro Gatti, que también se lucen en sus papeles, con sus dramas y una confesión, que es uno de los detonantes.

Se preguntarán el porqué de La luna en la taza. Tiene mucho que ver con la búsqueda, con el hecho de darse por vencido de no renunciar a los sueños. Por eso, la invitación está abierta, a que el público encuentre como dijo Gastón Breyer sobre el teatro, “la mirada y la escucha deseante”

Ficha técnico artístico

Dramaturgia:Beatriz Mosquera

Actúan: Rosario García Coni, Ramiro Gatti, Silvana Seewald, Cristian Thorsen

Vestuario y escenografía: Alejandro Mateo

Diseño de luces: Fabián Molina Candela

Diseño sonoro: Sebastian Berenguer, Daniel Dibiase

Fotografía: Carlos Aguado

Diseño gráfico: Diego Berenguer

Asistencia de dirección: Violeta Parodi

Prensa: Simkin & Franco

Producción técnica: Sebastián Ferreyra

Producción ejecutiva: Sebastian Berenguer

Puesta en escena y dirección general: Daniel Dibiase

Duración: 60 minutos

Clasificaciones: Teatro, Adultos

TADRON TEATRO Y CAFÉ

Niceto Vega 4802

Capital Federal – Buenos Aires – Argentina

Teléfonos: 4777-7976

Web: http://www.tadronteatro.com.ar

Jueves – 21:30 hs – Hasta el 20/09/2018

Crítica: Soledad, de Agustina Macri.

Crítica: C.J Colantonio

Una película que habla sobre el poder que tiene el estado sobre la libertad de los ciudadanos no debería ser sólo una anécdota. La película “In the Name of the Father” (Irlanda, 1993 – AKA En el nombre del padre) de Jim Sheridan (adaptación de dos novelas y basada en hechos reales también) podría haber dado una dirección a este cuento que se detiene para hablar de lo mismo, como si el espectador no hubiera entendido lo que pasa (en diálogos, en imágenes, en voz en off, en el futuro, en el pasado, la hermana en un psicólogo).

En tal caso, lo que pasa, no se sostiene porque no sabemos a ciencia cierta qué hacen los personajes, además de pelar cables. Le hace honor al libro donde se basó esta historia real y donde también reinan las preguntas.

La propuesta carece de algo que es la materia prima y que la podría diferenciar de las demás, no es ilusión o falta de amor, es algo que varias películas del cine argentino no quieren entender, la fuerza de una pluma. Lo mínimo que uno espera de una ópera prima es la voz del autor, que tenga el coraje de hacer propio el material, y que le otorgue la suficiente madera al protagonista porque un diálogo sin background es incongruente y no emociona, aunque es redituable cuando tienes un director de fotografía que sabe interpretar la atmósfera de las situaciones y el control de los espacios. (5/10)

espacios. (5/10)

Reseña: El juego que todos jugamos

Reseña: Laura Pacheco Mora

A pocos de ustedes, les resultará indiferente esta obra de características tan particulares y atípicas, del maestro Alejandro Jodorowsky, quien se define a sí mismo como “limpiador de sombras, ladrón de sueños, devorador de luciérnagas, y constructor de castillos en el aire”, siempre tan controversial y cuestionado, como todo artista que propone algo diferente.

Se trata de un artista polifacético, escritor, director, cineasta, actor y dramaturgo; que es además el creador de la Psicomagia y en esta ocasión, nos convoca para una reflexión personal a partir de la dramatización de su filosofía del entendimiento del inconsciente.

Esto es en realidad, una grata y liberadora invitación al “no racionalizar”, en términos de nuestros prejuicios, tabúes, miedos, presiones y mandatos sociales impuestos, e intentar un ejercicio de autoconocimiento a través de actos que nos permitan dialogar con el “lenguaje enloquecido, simbólico y onírico” de esta parte de nuestra psiquis, estableciendo así una sintonía que nos posibilita tocar puntos de traumas, inhibiciones y conflictos (de otra forma inaccesibles) para desnudarlos y sanarlos; todo esto, en un marco lúdico y dramático.

El juego que todos jugamos, es una completa y permanente crítica a esta sociedad de mentalidad cerrada y estructurada, representada por un gran cuadrado, que forma parte de la escenografía y nos espera, cambiando de color y matices; éste se irá desestructurando a lo largo de la puesta en escena, para representarnos la necesidad de romper los moldes y la rigidez de nuestros pensamientos y emociones.

El ficticio director “Ernesto”, se burla de los actores y de esta propuesta teatral desde el comienzo hasta el fin, dando a entender la poca importancia del contenido de la misma y situándonos en el “aquí y ahora”.

“La obra tiene que ser como un traje, a la medida del actor, por eso siempre fluctúa …” si tengo un teatro, actores y público, debo hacer una obra que sirva para algo” … “el espectador debe dejar el teatro sintiéndose completamente diferente” … “los actores no son solo actores, son seres humanos” e interactúan con el público, intentando llevarlo a la reflexión.

En definitiva, Jodorowsky nos recuerda que la vida es un juego, tenemos que liberar nuestra mente, cuestionarnos todos los aspectos de nuestra vida y tomar conciencia de que vivimos dentro de una jaula mental, y nos cuestiona que sucedería si nos atrevemos a dudar de todo y de todos, hasta de nosotros mismos.

La propuesta recorre todos los temas, limitaciones, prejuicios y las caretas que elegimos ponernos a diario para interactuar y ser aceptados en sociedad, sin descubrir quiénes somos realmente reprimiendo nuestra verdadera esencia.

Resulta genial la idea de introducir a un actor que hace de “no actor”, en una clara metáfora que alude a los excluidos y marginados de la sociedad. Además, debemos cuidar nuestra columna vertebral, como representación de la fuerza vital que nos sostiene y permite avanzar en nuestra vida, alimentada siempre por la necesidad y la búsqueda de aceptación.

Me llevo y le agradezco a este juego la posibilidad que nos da de experimentar la visión de que lo importante en esta obra, como en la vida misma, no son las representaciones, sino lo que estas significan.

Le pregunto a cada uno: ¿Sabemos qué significado e importancia le damos a nuestro camino y hacia dónde queremos llegar?… ¿la carrera que corremos, cada uno a su ritmo, resuena en nuestro interior?… ¿qué estamos haciendo con nuestros instantes? ¿entendemos que la vida está hecha solo de momentos? ¿Quién sos?

Esta obra, es altamente recomendable, contribuye a nuestro crecimiento, introspección y sanación.

Como dijo Jodorowsky: “Somos todos esclavos de nuestro personaje, creado primeramente por la familia, luego por la sociedad y tercero por la cultura. El camino de la transformación, es liberarse de la esclavitud. Detrás de mil máscaras, soy auténtico.”

FUNCIONES: Sábados a las 23:45hs
Teatro Regina (Av. Santa Fe 1235)
Entradas: Desde $300 en la boletería del teatro y en Plateanet

Crítica: Los vagos

Federico Fellini filmó en 1953 “Los Inútiles”, sobre las aventuras de un grupo de jóvenes cuya única finalidad en la vida era el disfrute del ocio, sin importarles nada màs. “Los Vagos” está en línea con ese relato felliniano.
Hay cientos de chicos que una vez terminada la secundaria van a los grandes centros urbanos, Buenos Aires ó Córdoba, a emprender sus estudios
universitarios. Ya instalados construyen nuevas amistades ó padecen el
aislamiento que muchas veces proponen las grandes ciudades. Es por eso que cuando pueden regresan a su ciudad de origen, en bùsqueda de sus afectos y del ritmo propio de su crianza y sus raíces culturales.

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Finales de la dècada del ´90 ( la “era de plástico” de Argentina ). Ernesto y
Paula, nacidos y criados en Misiones y novios desde hace tiempo ya, estudian
en la UBA y ya están sobre el final de sus carreras próximos a rendir sus finales. Vuelven a Misiones a visitar a parientes y amigos, antes de emprender juntos un planeado viaje a Brasil.
El reencuentro de Ernesto con sus amigos: los asados, el río, las salidas
nocturnas, el sexo y el alcohol, lo distraen de su novia Paula, y lo atrapan en ese mundillo diletante, de masculinidad ramplona y fácil, de constante autosatisfacciòn.
Esa suerte de actitud anodina, de eterno adolescente, sin comunicación casi con
su grupo familiar, desconociendo como un todo el mundo que lo rodea, el
entorno social (que el film no expone perdiéndose asì, por contraste, una lectura más sutil), muestra a los amigotes de Ernesto como niños irresponsables y egoìstas en su consecusiòn del placer.

Hay cierta falta de profundidad, de densidad en los personajes, que atenta
contra el interès que tiene el espectador por una historia que, por ser distinta a
un relato citadino, ya habìa concitado su atenciòn. Hay una apropiada elecciòn de escenarios naturales y una realización que realza el relato.
ELENCO: Agustìn Ávalos, Ana Lasta, Juan Vitale, Emmanuel Gómez, Walter

Casco, Bàrbara Hobecker
FOTOGRAFÌA: Alejo Maglio
GUIÒN y DIRECCIÒN: Gustavo Biazzi
ORIGEN: Argentina (2017)

Calificación 6/10
A. R. Belano

Crítica: 1945, un film de Ferenc Török.

Crítica: C. J Colantonio

Una joya del cine Húngaro que no es recomendable para quien no entiende el concepto de cine puro (me refiero a contar con imagen, al poco diálogo y al uso no excesivo de la música para realzar momentos). Acá te vas a encontrar con una película el estilo IDA (Polaca, Oscar 2015, B/N), una especie de Road Movie que en éste caso incurre en el camino de una carreta desde la estación del tren, pasando por un pueblo y con destino incierto (no spoiler). Aquí dos judíos ortodoxos deben atravesar este pueblo donde los habitantes temen que vengan a reclamar las propiedades que ahora tienen ellos de manera ilegal, perdidas durante la 2ª Guerra Mundial. El pueblo es sin duda la paleta teatral con que el autor eligió -con sabiduría- para que ciertos personajes clásicos como el Alcalde, el soldado, el borracho, la novia… y otros elementos que descubrirás (si eres amante del teatro clásico europeo) cobren vida y nos transporten a un lugar conocido, como necesario. La Diligencia (Stagecoach) se le parece un tanto, donde esta travesía no hace descubrir las miserias que esconden los personajes en situaciones extraordinarias. Se podría considerar a esta película como una gran parábola que esgrime aún, sobre las heridas de una Europa que sigue siendo autocrítica. Si te encuentras como “ciego en la neblina” respecto al cine húngaro, te recomiendo títulos como “On Body and Soul” (Oso de Oro, Premio Crítica FIPRESCI y Oscar a Mejor película extranjera 2018… está en Netflix), El hijo de Saúl, Las armonías de Werckmeister, White God (extraordinaria película sobre una revuelta canina).

Calificación 9/10

Crítica: A taxi driver

Crítica de A taxi driver, film que se proyecta dentro del festival HAN CINE.

Por C. J Colantonio

Quien haya visto Killing Fields (1984 – AKA Los gritos del Silencio) de Roland Joffé, su primera película y que le valió el Oscar a mejor director (luego vendría La Misión), no podrá dejar pasar desapercibidas las enormes reminiscencias. El hecho es que ambas películas se apoyan en algo fundamental que va más allá de la situación (guerras civiles) en la que los personajes se ven envueltos: su transformación a lo largo del relato. Este truco altamente efectivo, emociona y permite ciertos artilugios que a mi modo de ver son descartables. Te reirás, llorarás, te asombrará gratamente la escena de la represión y el simbólico uso del arma como el gran culpable de la violencia del ser humano, como si fueran presos de ese objeto… pero la escena de James Bond hacia el final, no hace honor a esta película. Igualmente no te decepcionará gracias a sus enormes protagónicos: Song Kang-ho (The Host) y Thomas Kretschmann (El Pianista). Es una película basada en hechos reales sobre la represión sucedida apenas unos años atrás y que fue plasmada en otras películas de este mismo país como una cicatriz difícil de cerrar (no es para menos), pero que te dejará tieso cuando hacia el final conozcas al verdadero periodista que contrasta con el cuestionado momento de hoy donde el periodismo ha perdido la credibilidad.

Calificación: 7/10

Adjuntamos días y horarios de la cartelera del festival.

Crítica: La monja

La Monja es la nueva película que forma parte del universo de El conjuro, aquel film de James Wan que cosechó gran éxito y que trajo consigo secuela y adaptaciones dentro de ese universo. La Monja fue un personaje que apareció en el segundo film , y que como en el caso de Anabelle (Aparece en la primera), fueron personajes con gran impacto , pero sin mucho desarrollo sobre su origen. En esta ocasión vemos una cinta que se asemeja más a las películas de Wan que a las de Anabelle, y que si bien resulta muy interesante en lo narrativo y lo técnico , carece de identidad propia y ya se sienten síntomas de agotamiento.

Uno de los aspectos más interesantes de la película radica en lo técnico y sus locaciones. Situado en Rumania, la historia se centra dentro de un monasterio, que luego del suicidio de una monja del lugar, un cura y una novicia se acercan para investigar el incidente. Allí vive una fuerza oscura, donde la aparición del demonio Valak, regresa para conectarse con el segundo episodio de El conjuro. A nivel técnico no tiene nada que envidiar a sus predecesoras , aunque pierden efecto los momentos de tensión al utilizar recursos ya vistos anteriormente. Parece como si el film se centrara más en tener sus escenas de tensión/sustos , que desarrollar la historia. El relato se queda a menos por ello , aunque cabe aclarar que el film entretiene , así que funciona la expansión de este universo que tiene cuerda para rato si la taquilla acompaña.

En cuanto al reparto la única que queda bien parada es Taissa Farmiga , en el que su personaje tiene algunas reminiscencias al que interpreta su hermana. Taissa tiene carisma y por ello su participación resulta destacable , al menos es la única que se destaca. Una lastima por el actor Demian Bichir, que se ve relegado a un personaje actuado en piloto automático y si bien podría haberse esperado un poco más de el.

También toca decir que tampoco es una película de orígenes, sino más bien un capítulo donde Valak (La monja) tiene un mayor protagonismo. Creo que el interés hacia la película radica en el fandom que se ha creado sobre la franquicia y el personaje. No vamos a tener grandes descubrimientos, aunque si una conexión bien lograda con el episodio de los Warren. La película entretiene , tiene sus momentos hechos para el susto, la monja de por sí sola ya es aterradora.

La monja es un nuevo capítulo de a franquicia de el conjuro, que funciona para expandir su universo con una película entretenida pero con síntomas de agotamiento. La dirección está a cargo de Corin Hardy (Los hijos del diablo) es correcta aunque desaprovecha la oportunidad de darnos un film más terrorífico y con identidad propia. Es una película que no defraudará a los fans de la saga , pero que podría haber dado más de sí misma.

Calificación 5.5/10