Debo confesar que tenía muchas ganas de ver Lápices, un musical con memoria. El primer motivo claramente es por lo representativa que es su historia, y por otro lado, es un recuerdo que tengo como parte de un trabajo de actuación en la facultad . Quería ver cómo se representaba este relato tan conocido con el añadido musical, que simplemente le otorga otra mirada a los hechos. Si, se trata de una obra que nos invita a reflexionar y a hacer memoria, además es un musical completo y muy bien ejecutado.

La Plata, 1976. Mientras la Argentina es azotada por una fuerte crisis económica y política, un grupo de estudiantes secundarios se embarcarán en la tarea de luchar por una sociedad más justa.
En medio de protestas, actos relámpagos, reuniones de la UES (Unión de Estudiantes Secundarios), ollas populares y peñas, Pablo conoce a Claudia. Una historia de amor, sueños y rock en épocas de represión, secuestros y terror. Una dictadura que intentará aniquilar el espíritu revolucionario de los jóvenes. Una generación militante que se aferrará a sus ideales con uñas y dientes.
Estamos en el año 1976 , un grupo de estudiantes salen en protesta en reclamo de la implementación del boleto estudiantil. Bajo el nombre de lo que se conoce como «La noche de los lápices «, tuvo como consecuencia los atroces actos de tortura y desaparición que han marcado nuestra historia en la última dictadura militar. Si bien tanto el público como los personajes son conscientes de lo que sucede en el contexto social y político , la historia comienza de forma alegre y esperanzadora. Los chicos saben que el país pasa por una situación compleja , por eso deciden salir a la calle tanto para luchar por sus derechos como hacer algo por los que menos tienen. De ese modo el primer tramo resulta «alegre» , ocupa el espacio para conocer a los personajes , saber lo que ellos sienten y conocerlos como personas antes que suceda lo trágico. El segundo tramo es más bien dramático por completo , si bien el inminente peligro se encuentra desde un principio , este es en el momento donde los jóvenes sólo están para luchar por su supervivencia. Es un momento en el que ellos buscan pensar en los que más aman, en creer que hay una salida. Su mensaje deja claro muchos sólo han encontrado esa salida de una sola manera, con la memoria.
Vale destacar el trabajo actoral , en el que vemos la inocencia de algunos jóvenes que deciden hacer algo por el otro, aunque el miedo haya estado impuesto en la sociedad. Las voces sirven para acompañar el relato, con elementos típicos de la comedia musical , pero ejecutado sin llegar a saturar este recurso para darle importancia a la escencia del relato. Tanto para los actores como para el equipo creativo resulta un compromiso importante mostrar esta historia , hacerlo un musical ofreciéndole el respeto que necesita al ser algo tan sensible para muchos hasta hoy en día . Los actores se desenvuelven con soltura , entienden perfectamente el peso que conlleva ser parte de la historia y del recuerdo de todos los presentes.
Siempre se agradece la presencia de músicos en vivo, situados por encima de la escenografía, componen la melodía que acompaña al relato. Algunas canciones de nuestro rock nacional se cuelan para denotar el sentido que aquellas letras reflejan, los personajes ocupan la libertad que la música les otorga y dan su más sensible testimonio con ella. La ambientación es más que correcta, recorre los espacios escolares (donde la lucha comienza) hasta la oscuridad que representan los centros clandestinos de detención, donde ellos llegaron a vivir el infierno de la tortura y la desaparición .
Hacia el final, aprovechando el momento de reflexión que la obra nos brindan , el equipo hace alusión al caso de Santiago Maldonado. Aquellas palabras resultan necesarias , sabiendo el tema que la obra toca y que dicho hecho nos hace pensar en lo ocurrido años atrás.
Lápices, un musical con memoria es una nueva forma de recordar aquella historia que ha quedado en el recuerdo de muchos. Es una obra musical con todos los ingredientes , ya que no falta el humor , las coreografías y la música que caracterizan al género . El peso dramático es tratado con mucho respeto e invita a la reflexión , aunque sin olvidarse de brindar un buen espectáculo.
FICHA TÉCNICA
Actúan
Camila Giudice, Ignacio Bernardez, Anibal Ortega, Carolina Gestoso, Antonio Franze, Bianca Gereinstein, Julián Mercado, Octavio Cristaldo, Sofia Forte, Claudia Racconto, Antonella Valese, Franco Veneziano, Santiago Banegas, Julián Gianetti, Julio Kandel, Bruno Olivieri, Ramiro Iglesias, Carolina Silva Martin, Ana Laura Virgo, Camila Rosenfeld, Sergio Martinez, y Tamara Zezulie.
Músicos
Martin Kanashiro, Felipe Arenas, Lucio Nicolás Hortas, Leandro Nahuel Santángelo
Duración 95 minutos
Fotografía: Ailén Ciordia
Realización Audiovisual Glenfada Films
Diseño Gráfica Wilfredo Parra
Diseño y Realización de vestuario
Wilfredo Parra
Diseño y Realización de Escenografía
Wilfredo Parra
Dirección Vocal Ariel Madrides
Coch Actoral Micaela Narodowski
Producción Ejecutiva Luciana Cuenca
Libro, Dirección y Coreografía
Maria Sol Cardozo y Paula Grosse
ESTRENO SÁBADO 16 DE SEPTIEMBRE- 20HRS
DOMINGO 17, 24, 1 Y 8 DE OCTUBRE – 20HRS
Daniel Alvarez
Don Diego de Zama es un hombre al que todo se le escapa de las manos (luego se podrá entrever que sus manos no eran necesarias). Un héroe casi idiota como el quijote. Ya el primer plano de esta película nos entrega una breve lectura de cuál es su situación. Un hombre que se encuentra en stand by, en un entorno político poco acogedor, donde no tiene mucho para hacer, y anhelando una autorización que le permita volver con su familia, que cada vez se dilata mas.

Es domingo a la tarde, Patricia está sentada en su comedor, antiguo, el mismo desde que iba al colegio. De repente suena el teléfono, y es Kiko, un amor de su adolescencia que ha vuelto de México en una visita corta, pero quiere verla, y pasará esa misma tarde a compartir unos mates con ella. Patricia se encuentra muy emocionada por este encuentro, aunque sabe que le será difícil un encuentro tranquilo ya que su casa es un caos. Ella es docente, madre mellizos ya grandes y haraganes, quienes en vez de aportar al hogar, por lo contrario, le gastan todo su dinero. También conviven en la misma casa su hermana Maricel, una gruñona quién se cree dueña de la verdad, y lo único que hace vender productos por catálogo, que nunca le terminan de pagar. La abuela, una mujer completamente desubicada para su edad, y también con Camila, que es la novia de uno los chicos. Pese a todo esto, Patricia organiza la casa, y les pide ayuda para cambiar su aspecto descuidado y pasar una linda tarde junto a ese viejo amor, quien será un disparador para que tome decisiones drásticas y evalúe si continuar con su triste presente. Sólo llamé para decirte amo, es una obra con dramaturgia y dirección de Nelson Valente, creada en la 1° edición de “El 25 va a tu casa” ciclo producido en 2016 por el Centro Cultural 25 de Mayo, a través de una convocatoria abierta, se seleccionaron ocho casas de vecinos de Villa Urquiza,quienes abrieron las puertas de su hogar para “dar sala” a las funciones de vecinos de una obra diseñada especialmente para adaptarse a domicilios particulares, quienes pudieron ser anfitriones por un día de una experiencia teatral que transformó la percepción de su propio hogar. En el marco de este proyecto, Valente creó en 12 intensos ensayos, esta obra, capaz de adaptarse a diversas arquitecturas de las casas elegidas. Una obra que demuestra lo cotidiano de una familia, que con un humor efectivo, logra trasladar al espectador a ese viejo living, y tomar posición en cuanto a cada personaje. Es muy fácil reconocer la desdicha de Patricia, de sentirse parte de ese mundo. Un elenco en el que se destacan todas las actuaciones, con una naturalidad que nos hace participe de las acciones, con diálogos claros, todas las conversaciones de estos personajes tienen un sentido que hacen a la historia y al comportamiento de cada uno. Valente una vez más, elige la familia como eje principal de las obras, la violencia naturalizada en los hogares, la mezquindad y el egoísmo de los personajes se viven a flor de piel enuna obra conmovedora.



